Cuando acudimos a un restaurante los platos nos tienen que entrar por los ojos, por lo tanto, es importante cuidar no tan solo el aspecto de la comida si no también la presentación de los platos. 

¿Qué debemos cuidar?

La importancia de la vajilla es algo esencial y a tener en cuenta a la hora de mostrar nuestra presentación, diferentes restaurantes eligen sus vajillas y modelos en función del plato, la temporada, el menú etc. 

El protocolo en la mesa a la hora de dar un servicio inevitablemente atrae las miradas y la atención de los comensales y es un detalle que el cliente tendrá en cuenta. Al final el plato termina formando parte de la experiencia gastronómica.

Es muy común utilizar platos grandes de colores neutros como el pastel, el blanco o el negro y sin dibujos, lo que conseguimos con esto es que el comensal centre su atención en los alimentos. 

La composición

Podemos componer nuestros platos de manera tradicional, en este caso presentaríamos los elementos en forma de reloj, el plato sería el reloj y los alimentos se colocarían según la posición de los números. 

Y luego estaría la composición de autor, en la que tendríamos mayor libertad a la hora de distribuir la posición de los alimentos. 

La sencillez y elegancia

Dos elementos que ayudan para una presentación eficaz, sin sobrecargar el plato con demasiados elementos y así conseguiremos esa sensación de qué menos es más. Sencillo pero original. 

Otro de los detalles a tener en cuenta en una buena presentación, es jugar con las gamas cromáticas, alimentos con diferentes colores, conseguiremos dar originalidad y hacer mas atractiva la presentación.

Ya lo tienes, ahora solo deja volar la imaginación y presenta tus platos de la forma más original posible, al fin y al cabo emplatar es como pintar un cuadro, ¡todo un arte!.